La canción de las 12:59. Conozco desde hace meses a Camille Hédouin. Obviamente no recuerdo cómo la encontré, pese a que me insisten en lo importante que es el camino. Pondré señales la próxima vez. Esta chica francesa reside desde hace años en una pequeña aldea de Ourense y allí, en plena huerta, rodeada de patatas y pimientos hace música inclasificable pero arrebatadoramente adictiva bajo el nombre de Mounqup. La llaman, por motivos más obvios y que nada tienen que ver con el color de sus respectivas pieles, la Bjork gallega. Como digo, la conocía, pero hasta hoy no me atreví a compartir su arte. El gurú de la música electrónica más avanzada me otorgó el salvoconducto. Ya es vuestra.