La canción de las 11:26. Yo también querría haber escrito exactamente esto que cantan los fantásticos Punsetes, pero se me han vuelto a adelantar. Dedicado a todos esos que no pueden dejar de dar cada día su opinión de mierda. Como si a alguno de nosotros nos importara lo más mínimo. Bravo por Los Punsetes, preclaros prohombres y promujeres del asqueroso mundo tertuliano televisivo que nos rodea. De escucha obligatoria. Hoy y siempre.