La canción de las 11:34. Regreso al lugar del que nunca debí marchar. Al de la música que nada exige. Tengo en altísima estima al escritor Vila-Matas, pese a no haber leído prácticamente nada de lo que ha escrito. Un par de libros, si acaso, de los que por supuesto nada recuerdo. Mi hermano pequeño le adora y su padre, que pese a serlo no es el mío, lo mismo. Doctor Pasavento es novela suya y ni siquiera sé quién es el citado galeno. Sí sé que Pasavento es un buen grupo de música del que muy poca gente sabe algo. Y no es muy justo. Los conocí porque me los presento una nueva amiga política de esas que no es afiliada a ningún partido. Esperaba una criatura. Cómo no le iba a hacer caso.