La canción de las 11:02. En un mundo de blancos y negros, la virtud está en el gris, color tristemente tratado a lo largo de la historia por una humanidad teóricamente multicolor. Estos chicos se hacen llamar “Grises” y han hecho un disco que se titula, ¡ojo! “No se alarme señora, soy soviético”. Cuando menos, genial.