La canción de las 16:50. Hagamos útil al mes inútil. Convirtámoslo en productivo. Sigamos dedicándolo al descubrimiento de las mejores músicas posibles. Prediquemos con el ejemplo. Ejemplifiquemos la predicación. Me conmueve profundamente la particularísima voz de Ali Lacey, músico radicado en el Reino Unido que la mezcla de excelso modo con sonidos y armonías dignas de toda desmesurada calificación. Su proyecto se llama Novo Amor y suena, cuando menos, achuchable.