La canción de las 15:45. Aviso a los futboleros: nada de dramas esta noche. Del City desde muy pequeño soy, pero poco (creo) me perturbaría el épico triunfo madridista de cada mes de mayo. En todo caso, pase lo que pase, habrá que hacer caso a la aragonesa Laura Cebrián, menos conocida de lo que sería conveniente como Elem. Guárdate el drama, canta. Hagámosle caso.
Melenas
La canción de las 15:58. Cuando las chicas de Melenas pasaron por este modesto blog de música e ilusiones hace ya unos cuantos añitos, yo ya tenía pelo regular. Me apellido Rodríguez y no Ter Stegen, por lo que ahora os podéis imaginar lo que sucede. Las navarras Laura Torre, Leire Zabala, María Zubiaur y Oihana Herrera están de estreno con este más que adictivo Bang. Y yo, mientras me pueda seguir haciendo raya, seguiré propagando las buenas nuevas.
Soy la playa
La canción de las 15:18. El nombre de este proyecto musical no me puede gustar más. Antes, cuando solo andaba por ella, no estaba mal, pero ahora, ya provecto, sueño con tirarme allí y que pase el tiempo. Yo soy la playa, mucho mejor que aquel que le dijo que era su padre a no sé qué otro. Paco Medina, un tercio de los malagueños Airbag, está detrás, delante y a los lados, de este fresquísimo Un cohete sube al cielo.
Mute
La canción de las 14:31. Cuando en 2004 Jorge Valero, Ángel Boronat, Víctor Prieto y Carlos García se juntaron en Aspe (Alicante) para hacer música, casi nadie utilizaba la palabra Mute. Algo después, tampoco, pero mucho después, y con una pandemia de por medio, ya sí. “Estás muteado“, te dicen cuando en una de esas interminables reuniones cibernéticas de hoy, intentas hablar y nadie te escucha. “Desmuteate“, te piden, haciendo gala de esa enfermiza manía de importar ridículos anglicismos que, eso sí, deshace patrias. El caso es que lo nuevo de los Mute es fantástico. Su brillante e intenso guitarreo de siempre se hace acompañar en este adictivo Grandes amistades de la portentosa voz de Laura Prieto, conocida también por formar parte de los cada vez más imprescindibles Rusos Blancos.
Yung Prado
La canción de las 15:54. Datos objetivos, aunque relativos: es martes, de día y hace calor. Por pura contraposición, ni es sábado, ni es de noche. Pocas posibilidades, por tanto, para, ahora mismo, bailar ritmazos electrónicos. Guardad este del barcelonés Nil Roig en vuestro disco duro y ponedlo en cuanto haya ocasión. Preguntad por Yung Prado, que suele contestar rápido.
Pedro Pastor y Los locos descalzos
La canción de las 14:09. Mi Kevin Roldán particular fue Pedro Pastor. Con él, con un concierto suyo en mi Salamanca natal, empezó casi todo. Y fue precioso. Casi diez años después de aquello el hijo de Luis Pastor, el sobrino de Pedro Guerra, continúa haciendo canciones llenas de sentimiento. El mar, acompañado de Álvaro Navarro, Nico Martos, Alan Denis y Gustavo Guerrero, esto es, los talentosos locos descalzos, es la última demostración.
Meritxell Neddermann
La canción de las 14:24. Imagino que fue el sol portugués el que me cambió. Supongo que también el mar de los atlánticos tuvo algo que ver. No se me ocurre combinación mejor. El caso es que al regresar a la música fijé mis oídos en esta fantasía de la catalana Meritxell Neddermann, hermana, no es mucho imaginar, de la talentosa Judit. Suelta, se titula. Eso hago.
Teo Lucadamo
La canción de las 14:53. Probablemente un rap, o en su defecto, un trap, sea la mejor manera de parar para descansar. Antes, yo era mucho de pedir socorro cuando me aburría. Ahora, algo menos. Teo Lucadamo, a la sazón (¿por qué se dirá esto?), hijo de Aitana Sánchez-Gijón, prefiere rapearlo. Y tiene sentido.
Ruiseñora
La canción de las 16:53. Dícese de la hembra del susodicho. No siempre la primera acepción es la que más interesa. La extremeña Elia Maqueda y el canario Atilio González son músicos expertos en vueltas de tuerca. La última, un estupendo EP titulado Palmerita, Palmerita, supone una irresistible combinación de folklore con música electrónica al alcance de muy pocos. En este Echa el pestillo cuentan, además, con la colaboración de Andrea Buenavista, voz en los tan echados de menos Los lagos de Hinault.
Segunda Comunión
La canción de las 15:52. A mí me regalaron un Casio y estuve rodeado de niñas. Luego nos fuimos a comer a un restaurante que ya no existe. Es lo que recuerdo de la Primera. La Segunda, Comunión digo, se me presenta en forma de banda sevillana con nombre prácticamente imbatible e imparable ritmazo ochentero. Josué Oliva no esconde su fantástico acento andaluz a la hora de cantar, lo que agradecemos todos, mientras que Agustín Maidero le da a los sintes y JL Postigo brilla al bajo. Deja ya el puto móvil / que tenemos que hablar, cantan. Pues eso.