Cometa

La canción de las 14:23. Mi padre nunca leía estas líneas. “Eso que escribes sobre música… ¿Dónde lo puedo ver?”. Creo que no se lo dije nunca; le habría sonado a chino. A él le gustaba la ópera y la zarzuela, sobre todo cantar Marina a voz en grito: “A beber, a beber y ahogar el grito del dolor, que el vino hará olvidar las penas del amor“. Y así. Ahora, días después de su marcha, encuentro fuerzas para regresar a mi divertimento casi diario. Y lo hago con Jimmy, Gonzalo, Pablo y Dani y su musicaza de ayer hecha hoy mismo. Nada de violines tristes. Marchita rica. Y una cometa para subir al cielo y poder verle.

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